Mucho se habla del bullying y de los jóvenes que lo padecen, pero realmente ¿qué sabemos de la temática y de su impacto social?
En primera instancia, y para poder profundizar en el tema es necesario saber qué significa la palabra bullying. La palabra bullying proviene de la raíz inglesa “bully” que en español significa intimidar, matón, pelear, etc. Generalmente en Colombia es conocido como “Matoneo o acoso escolar”. Según Olweus1 “es un comportamiento negativo repetitivo e intencional (desagradable o hiriente) de una o más personas dirigido contra una persona que tiene dificultad en defenderse”. Éste, como su nombre lo indica, se trata de amedrentar y torturar a un protagonista indefenso que le cuesta trabajo quejarse y es permisivo con tal maltrato. “Un estudiante es acosado o victimizado cuando está expuesto de manera repetitiva a acciones negativas por parte de uno o más estudiantes.”2
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1 OLWEUS, Dan. http://www.acosomoral.org/pdf/Olweus.pdf. pág. 2.
2 Ibid: Pág. 2.
Como toda actividad social que el ser humano realiza para interactuar con las demás personas que hacen parte de la población es inculcada en casa, se debe cuestionar que está pasando en dichos hogares y entender el por qué de la conducta de los agresores y la casi nula respuesta de los afectados por esta práctica.
Es verdad que además de factores familiares, el reflejo de la violencia del mundo actual influye bastante en el desarrollo de actitudes tan hostiles como la agresión verbal, física y psicológica. Al analizar el perfil de quién lleva a cabo la acción de despotismo se encuentran características que si por lógica fueran analizadas, no concordarían con el personaje que pretenden ser. Son personas que tienen baja autoestima, que tiene cierto grado de rencor con su ambiente bien sea por falta de amor o por haber sufrido alguna vez del mismo acto déspota que aplican a los demás.
Por el contrario, el “bullie” o el abusado cuenta con todo el amor de su familia pero siente inseguridad y tiene muy poca confianza en sí mismo. Generalmente permite que el medio interfiera en su vida y pierde seguridad con el paso del tiempo; es por esto que se vuelven objetivos fáciles de agravio, pues son tan débiles y tímidos que temen hablar y pedir ayuda.
Lo importante está en saber identificar las señales de alarma que estos niños presentan para poder identificar el problema a tiempo; antes de que se salga de control y conlleve consecuencias irreversibles. Algunas de estas señales son: Manifestar incomodidad con la idea de asistir al colegio, aislamiento, llanto constante, miedo a todo, timidez, paranoia, golpes, agresividad, etc.
El silencio es el peor enemigo, la pasividad es el segundo peor. Frente al bullying no hay tiempo que perder, hay que actuar. 1
1 PLATA, Lourdes. El bullying, un problema social. http://www.nosotros2.com/familia-bebes-y-ninos/021/articulo/3776/el-bullying-un-problema-social. 2011.
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