domingo, 3 de marzo de 2013

AGENTES, ACTORES Y CONSECUENCIAS


La investigación del bullying se remonta a los años 70 cuando el profesor Dan Olweus inicio sus estudios en varios colegios observando el fenómeno de agresión que se presentaba entre cierto tipo de estudiantes a los cuales denominó agresor y víctima. Algún tiempo después, más o menos en 1980 la investigación que llevaba a cabo el profesor, registro la muerte de tres adolecentes de 13 y 14 años quienes sufrían de matoneo o maltrato escolar con los cuales logro llamar la atención de los colegios, profesores y padres de familia. Ya en los años noventa se comenzó una campaña anti-bullying y múltiples investigaciones por medio de encuestas y entrevistas a millones de jóvenes para finalmente establecer las características y las consecuencias de dicha actividad. En 1993 El doctor Dan Olweus publicó un libro llamado “bullying at school” (bullying en el colegio) exponiendo los resultados de sus investigaciones, algunos proyectos para combatirlo, listas para identificar las situaciones y planes de apoyo psicológico para quienes lo padecen.
Ésta iniciativa tuvo bastante acogida en países como el Reino Unido, Portugal, Canadá y Polonia. Pero un claro ejemplo en la actualidad es Estados Unidos, pues al ser un país de tanta diversidad cultural en el cual viven latinos, asiáticos, europeos, africanos, australianos, LGTB, personas con físico imparcial, etc., da pie a quienes no respetan la libertad de expresión o creencias para atacar e intimidarlos. Este país registra una de las tasas más altas de suicidios en adolecentes por este acoso seguido por otros como España, Brasil, México, Argentina y Colombia. Cabe aclarar que esta práctica existe en todos los países del mundo pero tienen más relevancia y gravedad en los ya mencionados.
Ya que el bullying es una actividad ejercida principalmente en adolecentes, afecta de manera determinante su autoestima, su personalidad y su desarrollo social pues en esta edad es cuando apenas comienzan a generar sus gustos, sus creencias y sus amigos; por lo tanto, al sufrir dicha agresión generan miedo e inseguridades que triste y frecuentemente los empuja a auto mutilarse, herirse, alejarse de la sociedad, odiarse a sí mismos y generalmente a suicidarse.
Por un lado, realizando un paralelo entre el agresor y la víctima, encontramos que realmente no existe un abismo tan grande como el ellos quieren hacer creer. Es más, tienen muchísimas cosas en común como la inseguridad, el bajo nivel de autoestima  y la rabia contra el mundo o la sociedad en la que viven según sus historias de vida y anécdotas personales. La verdadera diferencia está en que los “bullies” sacan provecho de éstas, viendo su reflejo en los más débiles y es también su manera de desahogar toda la ira que llevan por dentro buscando satisfacción en el hecho de devolver los golpes y las decepciones que les da la vida pero en inocentes.
Por otro lado están quienes padecen los malos tratos y las humillaciones porque no tienen el valor de denunciar o detener la situación por miedo a las consecuencias que estos actos traigan consigo. A diferencia de loa abusadores, ellos no exteriorizan lo que sienten ni lo que pasa por su mente, lo cual les genera un conflicto interno pues piensan que todo lo que ellos hacen está mal y que no deberían vivir; entran en profundas depresiones, cambian su estado de ánimo y buscan cualquier tipo de salida para el dolor que sienten ya que no pueden ver más allá del presente que viven y no son capaces de mantener la esperanza.
Tal es el caso de Jamey Rodemeyer quien era un muchacho de 14 años con tendencias homosexuales; era conocido por su constante lucha contra la homofobia y el bullying por medio de videos que publicaba en YouTube dando aliento a muchos más jóvenes que pasaban por la misma situación, pues no tenían apoyo en sus hogares. Desde el momento que confesó públicamente que era bisexual, padeció de constante abuso escolar y cyberbullying con mensajes como “no me importa si mueres, a nadie le interesa, solo hazlo. ¡Es un paso hacia un mundo más feliz!”. Después de una lucha continua contra esta agresión, el 18 de septiembre del año 2011 se rindió y fue hallado muerto por ahorcamiento en su residencia a las afueras de Bufalo, New York, Estados Unidos. De igual forma, existe el caso de Amanda Todd quien antes de suicidarse dejo un video contando su historia.


En conclusión, es importante que tanto como padres, hermanos, familiares, amigos, maestros y compañeros, estén pendientes de sus seres queridos, detecten las señales y actúen a tiempo. Aunque es cierto que muchos de los casos de bullying buscan ayuda así no sea de manera directa, no asegura que si fuese necesario no terminarían con sus vidas. A estas personas involuntariamente se les tiende a tratar mal agregando dolor a sus penas ya existentes; es decir, cuando se quejan por sus depresiones o intentan hablar con alguien, generalmente se les ignora y se les ofende con un “deja tu show”, “no molestes”, “madura”, etc. Todo tipo de amenazas o comentarios suicidas debe ser escuchado y tratado con especial atención. Hacer caso omiso a éstas, también se considera como bullying ya que en lugar de brindar apoyo, se les reitera que no son “importantes” y suman la gota final para rebosar el vaso. EL BULLYING NO ES COSA DE NIÑOS. 1

REFERENCIAS

1. PLATA, Lourdes. El bullying, un problema social. http://www.nosotros2.com/familia-bebes-y-ninos/021/articulo/3776/el-bullying-un-problema-social. 2011. 


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